Las actitudes hacia la salud sexual pueden variar mucho entre las generaciones.
Es bien sabido que las personas más jóvenes, en general, son mucho más abiertas que las generaciones mayores a la hora de hablar sobre su salud sexual y de solicitar pruebas.
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Estas preferencias y comportamientos pueden tener consecuencias en la forma en que las personas buscan pruebas y tratamiento si se infectan.
Un estudio reciente publicado en el British Medical Journal examinó la preferencia por los servicios de salud sexual entre las personas de mediana edad y los adultos mayores en el Reino Unido.
Los objetivos del estudio eran arrojar más luz sobre este tema, ya que los investigadores sospechaban que las necesidades de salud sexual de los individuos mayores no son ampliamente conocidas y a menudo se pasan por alto, tanto por el público en general como por los médicos. El objetivo era comprender las preferencias de los servicios de salud sexual de adultos mayores de 45 años para ayudar a mejorar la accesibilidad.
El estudio encontró que los participantes de 45 años o más preferían las interacciones cara a cara en clínicas de salud sexual y estaban dispuestos a pagar por servicios privados. El apoyo adicional y el estilo de consulta desempeñaron papeles menores en el proceso de toma de decisiones. No se detectaron diferencias en las preferencias de los minusválidos.
El estudio pone de relieve la preferencia de las personas mayores por las consultas presenciales y la comodidad con un entorno clínico.
Las ITS son más frecuentes en los jóvenes de entre 15 y 24 años. Las personas más jóvenes tienden a ser más activas sexualmente que las personas mayores, tienen una mayor variedad de parejas sexuales y son menos consistentes en el uso de anticonceptivos. Como resultado, los jóvenes, alentados por una actitud más liberal y abierta hacia la salud sexual, están mucho más incentivados a hablar de su salud sexual y a ser abiertos sobre ella, así como a solicitar pruebas siempre que sea posible.
Las personas más jóvenes son más propensas a solicitar pruebas online y en casa que las personas mayores. Varios factores contribuyen a esta tendencia, entre ellos:
En los últimos años, las personas de edad han experimentado un fuerte aumento del número de ITS contraídas.
Muchas personas mayores pueden encontrarse saliendo de un divorcio o la muerte de su pareja y no han tenido que preocuparse por las ITS durante décadas. Pueden entrar en la escena de las citas con creencias, instintos y conocimientos sobre salud sexual absorbidos hace décadas. Los médicos también pueden no pensar siquiera en hacer pruebas de ITS a las personas de mayor edad cuando van a sus citas rutinarias.
El uso de condones entre las personas mayores también tiende a ser inconsistente, especialmente entre los hombres que ya luchan con la disfunción eréctil.
Por lo tanto, las personas mayores tienen un riesgo similar de contraer ITS, pero sus preferencias para los exámenes difieren. ¿Qué está pasando aquí?
Nada supera el toque personal.
Ir a una clínica para hacerse la prueba significa pasar tiempo con un profesional médico, ya sea una enfermera, un médico u otro especialista de salud. Esta persona puede discutir las opciones de prueba con sus pacientes y proporcionar asesoramiento y orientación sobre las mejores opciones de tratamiento. Este asesoramiento individualizado no suele estar disponible en los servicios de pruebas totalmente online.
Los servicios de pruebas online, aunque muy convenientes y eficaces, carecen de la aportación de un profesional formado. Si se deja a su suerte, el paciente puede solicitar pruebas para infecciones que no son apropiadas para su situación o que no se realicen.
Después de todo, escuchar la opinión directamente en las propias palabras del médico, sabiendo que tienen años de experiencia, puede ser más tranquilizador que tratar de obtener respuestas de un motor de búsqueda sin rostro.
La confianza que la mayoría de las personas tienen hacia los profesionales médicos es inigualable.
La experiencia y el conocimiento de un enfermera o médico le dan a muchos pacientes más confianza y tranquilidad sobre las pruebas, orientación y procedimientos que recomiendan estos profesionales.
Las personas de edad avanzada pueden interactuar con los proveedores de atención médica más regularmente debido a otras preocupaciones de salud, lo que facilita el acceso a los servicios de pruebas de ITS en un entorno clínico.
El bienestar sexual no es solo obtener resultados negativos en las pruebas. También abarca una salud mental sólida mientras se está sexualmente activo. Algunos pacientes más maduros pueden sentir que su salud mental está recibiendo una mano de ayuda al hablar directamente con un profesional de la salud, mientras que algunos pacientes más jóvenes pueden no tener esta necesidad.
Las generaciones mayores pueden aferrarse a conocimientos de salud sexual que están anticuados y pueden experimentar más estigma y vergüenza en torno a contraer condiciones de salud sexual. Las personas en estas situaciones pueden ser más propensas a buscar la orientación de un profesional médico que a buscar pruebas por sí mismas.
Mike Asher, CEO de Better2Know, dice:
“Las ETS no discriminan y pueden afectar a cualquier persona sexualmente activa. Como proveedor de servicios, queremos dar a nuestros pacientes las opciones de pruebas que los hagan sentir más cómodos y les den los resultados de prueba más confiables y precisos. Proporcionamos a nuestros pacientes los resultados de las pruebas que necesitan, ya sea en casa o en una clínica. Recuerda: siempre es mejor saber x2.”
Aunque las personas de edad no tienen la mayoría de las infecciones de transmisión sexual, su salud sexual no es menos importante. En efecto, incumbe a los proveedores de servicios hacer todo lo posible para atender las preocupaciones de las personas mayores en cuanto al acceso a pruebas de salud sexual.
Ya seas joven o viejo, podemos ponerte en contacto con personal experimentado con conocimientos sólidos y un oído humano que te ayudará a darte el consejo correcto cuando recibas los resultados de tus pruebas.
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